Con profundo agradecimiento a Dios, por el regalo inmensurable de su infinita Misericordia, celebramos hoy, el vigesimoquinto aniversario de la canonización de Santa Faustina Kowalska y de la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia, el II Domingo de Pascua.

Fue el mismo San Juan Pablo II, quien presidió la canonización de la religiosa que dedicó su vida a Cristo en la Congregación de las hermanas de la bienaventurada Virgen María de la Misericordia. María Faustina Kowalska, recibió la vocación de anunciar el Amor Misericordioso de Dios, dejando el Diario de su alma como testimonio de sus experiencias místicas e inspirando un movimiento para anunciar e implorar la Divina Misericordia por todo el mundo. Hizo su tránsito al Padre en Cracovia en 1938.

Durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el Papa San Juan Pablo II instauró el segundo Domingo de Pascua, la Fiesta de la Divina Misericordia para toda la Iglesia.

Pedimos la intercesión de Santa Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misericordia, sobre nosotros y sobre el mundo entero, para que el mensaje del Amor Misericordioso de Dios, siga propagándose por todo el orbe católico.